Las cepas más antiguas de Bodegas Martín Códax hacen brotar las uvas que dan nombre al albariño Finca Xieles. Orientadas hacia el mar, se yerguen en un terreno de marcada pendiente, dividida por muros de piedra, conocidos en gallego como “socalcos”. Los viñedos de esta parcela, que mide cerca de una hectárea, fueron plantados a finales del siglo XIX y conforman uno de los terrenos cosecheros tradicionales más antiguos y más importante de Cambados.
“La singularidad de esta plantación es que mantiene cepas prefiloxéricas (que datan de antes de la reconversión varietal), que ocupaban zonas marginales, de baja fertilidad, asentadas en suelos graníticos, de alta densidad de plantación y con parrales de baja altura. De este pasado se pueden ver aún cepas muy viejas, con troncos finos y muy arrevesados o retorcidos, debido a las modificaciones que han sufrido los parrales con el paso del tiempo, para adaptarlos a las formas de trabajo actuales”, explica el director técnico de la bodega, Miguel Tubío.