En múltiples ocasiones hemos oído eso de “El vino se hace en el viñedo” y es una frase a la que no le falta razón. El terroir o terruño, conjunto de características geográficas, geológicas y climatológicas de los terrenos donde se asientan los viñedos, van a influir de forma directa en las características organolépticas de los vinos. Podemos decir, por tanto, que el efecto terruño existe.
Ahora bien, ¿cuál es el efecto terruño en los vinos Rías Baixas?
Bodegas Martín Códax ha centrado uno de sus proyectos de investigación en este aspecto y ha querido analizar y estudiar las diferencias de la uva albariña cultivada en tres subzonas de Rías Baixas: Condado, El Rosal y El Valle del Salnés; y la influencia de las diferencias climáticas y geológicas. Por último, se elaboró cada vino para determinar las diferencias entre cada uno.
Para el estudio se eligieron 3 parcelas experimentales. La que estaba situada en el Condado, caracterizado por una orografía accidentada y la presencia de valles fluviales, estaba cultivada en bancal sobre suelo arenoso-arcilloso y tenía una exposición Sur. A diferencia, la del Rosal estaba plantada en terrazas a orillas del río Miño, sobre un terreno de aluvión rico en esquistos y rocas de origen granítico y su exposición era Oeste. Por último, el viñedo de investigación del Salnés era un parral y sobre un suelo principalmente granítico.
Durante el periodo que duró el proyecto, los ensayos también permitieron contrastar las diferencias climáticas entre cada subzona. El Condado fue la zona que presentó temperaturas medias más elevadas y las mayores oscilaciones térmicas. En cuanto a precipitaciones, fue en El Salnés donde se registraron las cifras más elevadas.
Una vez analizadas estas diferencias tan significativas, se procedió a elaborar los vinos y a su análisis organoléptico. El vino del Condado resultó ser un vino con un perfil moderno pero a su vez sobrio y serio y muy aromático en la fase retronasal. El Rosal, tenía un perfil más afrutado y tropical. Sutil en boca, explota con una retronasal exuberante y perfumada. Por su parte, los vinos elaborados en El Salnés son muy finos y de gran elegancia. Presentan una sutileza aromática y dan mucha envergadura en boca.
Como se ve, los terruños de las diferentes subzonas de Rías Baixas hacen que nuestros vinos sean muy diferentes unos de otro y aportan así riqueza ya que cada vino es muy fiel a su terroir. A modo de conclusión, el estudio destacó el potencial de cada subzona, que justifica la aplicación de prácticas vitícolas e itinerarios enológicos adecuados para ensalzar estas diferencias sensoriales.
Descarga del artículo en PDF aquí